Conocí a una persona en una de mis sesiones de coaching que había luchado durante años con sentimientos de inseguridad y falta de merecimiento. Cuando hablamos más profundamente sobre su historia, ella compartió cómo su educación, familia y religión habían tenido un impacto negativo en su autovaloración.
Durante su educación, se había enseñado que el profesor era la autoridad final y que los estudiantes no tenían derecho a cuestionar o desarrollar su propio criterio. La autoridad era absoluta y los estudiantes eran meros receptores de información. Esto le llevó a sentir que no tenía voz ni capacidad para tomar decisiones propias.
En casa, sus padres la enseñaron que ser “humilde” era la clave del éxito en la vida. Pero su interpretación de humildad fue la de sentirse inferior a los demás. Aunque sus padres creían que estaban enseñándole a ser modesta y agradecida, en realidad estaban erosionando su autoestima.
Finalmente, la religión que practicaba, le enseñaba que el sufrimiento era una parte necesaria de la vida y que los seres humanos eran pecadores por naturaleza. Esto le llevó a sentir que no merecía nada bueno en la vida.
Esta experiencia de vida real muestra cómo la educación, la familia y la religión pueden influir en nuestra autovaloración y sensación de merecimiento. Pero la buena noticia es que, mediante el uso de herramientas de desarrollo personal como el coaching, la programación neurolingüística y el mindfulness, es posible tomar consciencia de estas creencias limitantes y reemplazarlas por otras que nos permitan alcanzar la abundancia y sentirnos merecedores de ella.
En mi experiencia, la clave para superar estos patrones negativos es tomar el control de nuestras vidas y aprender a reconocer nuestras propias necesidades y deseos. Al hacerlo, podemos construir una autoimagen más positiva y sentirnos merecedores de lo bueno que la vida tiene para ofrecer.
Si te identificas con esta experiencia y sientes que tu educación, familia o religión te han dejado con sentimientos de inseguridad y falta de merecimiento, te invito a explorar estas herramientas de desarrollo personal y comenzar a trabajar en ti mismo. La autovaloración y la abundancia están al alcance de todos, solo tienes que tomar la decisión de buscarlas.”